sábado, 14 de mayo de 2016

Conceptualizacion


By: Hector Romero Vilchis

En la literatura académica han sido otorgados diferentes significados al término depresión. Angold (citado por Montenegro, 2000). Así, en el lenguaje común, al hablar de depresión, ésta se refiere al punto más bajo de las fluctuaciones del estado de ánimo normal, de la vida emocional de todos los días. En el punto de encuentro entre el lenguaje común y el compartido por los psiquiatras, la depresión es vista como un estado de infelicidad, tristeza o dolor emocional, que se presenta como reacción a una situación o evento displacentero, el cual es habitualmente considerado como la causa de tal respuesta emocional. De igual forma, algunos profesionales de la salud mental la identifican como un rasgo de personalidad, definido como un estado continuo y relativamente estable de incapacidad para obtener placer.


los criterios diagnósticos del DSM-III, tienden a ser algo más amplios, puesto que se concibieron fundamentalmente para ser utilizados en la práctica clínica, más que en la investigación:

a) Estado de ánimo disfórico.

b) Por lo menos, cuatro de los siguientes síntomas. 
       1) pérdida/aumento de peso/apetito.
       2) insomnio o hipersomnia.
       3) pérdida de energía.
       4) pérdida de interés o placer en las actividades habituales.
       5) sentimientos de autorreproche, culpabilidad inapropiada.
       6) disminución de la capacidad de concentración.
       7) tendencias suicidas.

c) Duración: dos semanas como mínimo.

d) Exclusiones: 

       1) síntomas esquizofrénicos. 
       2) trastorno mental orgánico. 
       3) esquizofrenia de tipo residual. 
       4) duelo no complicado.






La depresión también ha sido conceptualizada como una enfermedad o conjunto de síntomas, que se acompañan de una clara base genética y etiológica, una patología física y un pronóstico particular o respuesta específica a tratamientos. La depresión es tomada entonces como un síndrome, un estado patológico de humor bajo o triste que hace referencia a un conjunto de síntomas que implican un criterio estadístico de normalidad, y por lo tanto, favorecen el establecimiento de diferencias estadísticas cuantitativas y cualitativas en el análisis de la respuesta (Montenegro, 2000).

La mayoría de estudios que se realizan actualmente en el campo de la depresión asumen como criterio conceptual para el diagnóstico de esta entidad, la concepción de síndrome, la cual prevalece en el lenguaje internacional de psiquiatría y psicología a través de la utilización convencional de los criterios diagnósticos de las enfermedades mentales encontrados en el DSM-IV-TR. De acuerdo con esta concepción se observa que los síndromes depresivos y de ansiedad se diferencian por las respuestas manifestadas por las personas, sean ellas de índole cognitivo, comportamental o psicofisiológico. Esta tendencia ha generado el desarrollo de múltiples instrumentos de medida que parten de esta premisa con el propósito de diferenciar los Trastornos de ansiedad y afectivo.






Bibliografía:

Graciela Pardo A., Adriana Sandoval D., Diana Umbarila Z. ADOLESCENCIA Y DEPRESIÓN. Universidad Nacional de Colombia. Revista Colombiana de Psicología,
2004, No. 13, 13-28.


García, J. y Rodríguez, J. (1998) Depresión en la adolescencia: presentación de un caaso. En F.X. Méndez y D. Maciá A. (Comps.) Modificación de Conducta con Niños y Adolescentes. Madrid: Ediciones Pirámide.

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