sábado, 14 de mayo de 2016

Etiologia


By: Hector Romero Vilchis

El desequilibrio que caracteriza las depresiones es consecuencia de la acción conjunta de la herencia, las condiciones histórico-sociales y la situación personal del paciente. Ningún abordaje clínico o terapéutico aislado puede enfrentar eficazmente la depresión.

La mayoría de los investigadores cree que la depresión es el resultado de la interacción entre las características biológicas y las vulnerabilidades fisiológicas de una persona y la frecuencia de sucesos estresantes o situaciones difíciles de superar en su vida. Entre las perspectivas para tratar de comprender las causas de la depresión están: Las teorías biológicas que suponen que la causa de la depresión se encuentra en los genes o en un mal funcionamiento fisiológico que puede tener o no una base en la herencia.

EL PAPEL DE LA HERENCIA. Algunas formas de la depresión son genéticas, lo que indica que alguna vulnerabilidad biológica puede heredarse. Los estudios de gemelos y de familias sugieren con claridad un componente genético tanto en la depresión grave como en los trastornos bipolares.



ASPECTOS BIOQUÍMICOS. Cada una de las miles de millones de neuronas en el cerebro interactúa con las demás por medios electroquímicos. Cuando la neurona es estimulada, libera neurotransmisores, sustancias químicas, de las vesículas o áreas de almacenamiento en la terminación nerviosa. Es probable que la depresión sea el resultado de una falta de ciertos neurotransmisores químicos en lugares particulares del cerebro.



ESTUDIOS HORMONALES. Las relaciones estrechas de los trastornos del estado de ánimo con el sistema endócrino apenas se empiezan a comprender. Los avances en la comprensión de la química cerebral, en especial la forma en que el cerebro libera hormonas de la glándula pituitaria y el hipotálamo en la depresión permite creer que un nivel elevado de cortisol, una hormona que se produce en la corteza suprarrenal, que se ha encontrado de forma consistente en los pacientes con depresión podría tener acción en el escenario clínico de este padecimiento.




FACTORES PSICOSOCIALES. Existen factores adicionales como podría ser la tensión en el medio ambiente en que se mueven las personas, tal tensión puede llegar a ocasionar el principio de este mal. Los acontecimientos estresantes por ejemplo la pérdida del cónyuge, o de un progenitor preceden con frecuencia a los primeros episodios del trastorno depresivo mayor.



LA FAMILIA. Algunos trabajos indican que las malas relaciones en la familia, cuando un paciente diagnosticado es sometido a tratamiento, tienden a permanecer tras la recuperación del mismo; y además, este grado de psicopatología en la familia puede afectar a la tasa de mejoría, las recaídas y la adaptación tras la recuperación del paciente. Los datos clínicos recalcan la importancia de evaluar la vida familiar del enfermo e identificar los posibles factores estresantes relacionados con el entorno familiar.



Los síntomas de la depresión ponen de manifiesto una inhibición de la fuerza vital. La parálisis del pensamiento, la fatiga, la disminución del ímpetu psicomotor, la incapacidad para decidir o para tener iniciativas y la reducción de las relaciones afectivas, caracterizadas por la apatía y la anhedonia, revelan un vacío interior que sugiere la pérdida de la tensión pulsional (Vergote, 1993: 117-118). Nada despierta el deseo. Nada tiene sentido.

El tipo de organización cognitiva puede ser crucial para determinar de qué modo y en qué extensión progresa el proceso depresivo y es igualmente muy importante el «yo ideal» o conjunto de metas establecidas para su consecución.
Las ideas negativas fijas de baja autoestima y de culpabilidad que parecen afianzar más la depresión (McConville y col., 1973). Las pérdidas agudas son de gran importancia en las depresiones en las que predomina la culpa, mientras que las pérdidas más bien crónicas son importantes en las depresiones afectivas, de autoestima negativa y mixta.




Bibliografia:

Bogaert García, Huberto LA DEPRESIÓN: ETIOLOGÍA Y TRATAMIENTO Ciencia y Sociedad, vol. XXXVII, núm. 2, abril-junio, 2012, pp. 183-197 Instituto Tecnológico de Santo Domingo.

García, J. y Rodríguez, J. (1998) Depresión en la adolescencia: presentación de un caaso. En F.X. Méndez y D. Maciá A. (Comps.) Modificación de Conducta con Niños y Adolescentes. Madrid: Ediciones Pirámide.


Alma Baena Zúñiga Maurilia Araceli Sandoval Villegas Celia C. Urbina Torres Norma Helen Juárez Sergio J. Villaseñor Bayardo, LOS TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO, Revista Digital Universitaria, 10 de noviembre 2005 • Volumen 6 Número 11 • ISSN: 1067-6079.

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