sábado, 14 de mayo de 2016

Estrategias y Programas de Intervencion


By: Hector Romero Vilchis

La OMS ha recomendado campañas educativas para el público general con la finalidad de mejorar la conciencia sobre la depresión y así optimizar el acceso a los cuidados de salud y combatir el estigma que acompaña a dicha enfermedad. (2) Los programas de salud pública deben estar enfocados a reducir el estigma valorando las dimensiones de responsabilidad, antipatía y amenaza. Una estrategia podría involucrar una explicación causal para la depresión que incorpora componentes sociológicos y biológicos para el público general.



Entre las conductas generalmente aceptadas como recomendables para el abordaje diagnóstico y terapéutico de la depresión en el marco de atención primaria se incluyen las siguientes:

Screening desde la consulta con un test validado sencillo a personas con riesgo, confirmación y especificación diagnóstica sobre la base de entrevista clínica según criterios del DSM-IV o mediante derivación a psiquiatría.

Tratamiento específico con psicofármacos y, probablemente psicoterapia en el ámbito especializado, más algunas otras intervenciones inespecíficas complementarias.






Pérez-Franco propone, en un artículo divulgado en el año 2006 en la Revista Atención Primaria, alternativas para el abordaje de los problemas de salud mental, incluidos los trastornos depresivos:

1.Clasificación orientada a la práctica:
Se puede clasificar el malestar que requiere intervenciones no específicas, malestar que requiere intervención y trastornos psiquiátricos mayores.

2. Contextualización:
 La valoración completa de pacientes en el contexto y una perspectiva integral de todos los factores conocidos que se asocian con la depresión.

3. Entrevista clínica y aproximación diagnóstica narrativa:
Una buena entrevista clínica suele incluir las preguntas mínimas de los test diagnósticos validados, más la descripción de los hechos en los términos de sus actores implicados, y hace del diagnóstico un proceso en permanente cambio, evitando la pasividad del encasillamiento, con el valor añadido de resultar terapéutica por sí misma.

 4. Aplicación de los métodos habituales de gestión de la incertidumbre en medicina de familia: Incluyen participación de los pacientes en un trabajo conjunto de resolución de problemas; utilización del reconocimiento de patrones, tendencias y regularidades de las presentaciones clínicas de un paciente a lo largo del tiempo; sentido común; una buena alianza terapéutica entre el médico y el paciente, y empatía.
Las intervenciones para mejorar la autoestima en edades tempranas parecen resultar más eficientes cuando se llevan a cabo en el ámbito escolar (Haney y Durlak, 1998), siendo éste un lugar particularmente favorable para producir mejoras en la retroalimentación que proporcionan los agentes de influencia social.

 



Bibliografía:

Wendy Navas Orozco. María Jesús Vargas Baldares. ABORDAJE DE LA DEPRESIÓN: INTERVENCIÓN EN CRISIS. Revista Cúpula 2012; 26 (2): 19-35.

Rodriguez Naranjo, Carmen; Caño Gonzalez, Antonio. Autoestima en la adolescencia: analisis y estrategias de intervencion. International Journal of Psychology and Psychological Therapy. vol. 12, num 3. 2012, pp. 389-403. Universidad de almeria, españa.
En: http://www.realyc.org/articulo.oa?id=56024657005

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